Profundiza en tu oración: Oseas 6, 1-6; Salmo 50
PRIMERA LECTURA
Quiero misericordia, y no sacrificios
Lectura de la profecía de Oseas 6, 1-6
Vamos a volver al Señor: él, que nos despedazó, nos sanará; él, que nos hirió, nos vendará.
En dos días nos sanará; al tercero nos resucitará; y viviremos delante de él.
Esforcémonos por conocer al Señor: su amanecer es como la aurora, y su sentencia surge como la luz.
Bajará sobre nosotros como lluvia temprana, como lluvia tardía que empapa la
tierra.
«¿Qué haré de ti, Efraín? ¿Qué haré de ti, Judá?
Vuestra piedad es como nube mañanera, como rocío de madrugada que se evapora.
Por eso os herí por medio de los profetas, os condené con la palabra de mi boca.
Quiero misericordia, y no sacrificios; conocimiento de Dios, más que holocaustos.»
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Sal 50, 3-4. 18-19. 20-21ab (R/. Os 6, 6)
R/. Quiero misericordia, y no sacrificios.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R/.
Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi
sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. R/.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión, reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos. R/.
Quiero misericordia, y no sacrificios
Lectura de la profecía de Oseas 6, 1-6
Vamos a volver al Señor: él, que nos despedazó, nos sanará; él, que nos hirió, nos vendará.
En dos días nos sanará; al tercero nos resucitará; y viviremos delante de él.
Esforcémonos por conocer al Señor: su amanecer es como la aurora, y su sentencia surge como la luz.
Bajará sobre nosotros como lluvia temprana, como lluvia tardía que empapa la
tierra.
«¿Qué haré de ti, Efraín? ¿Qué haré de ti, Judá?
Vuestra piedad es como nube mañanera, como rocío de madrugada que se evapora.
Por eso os herí por medio de los profetas, os condené con la palabra de mi boca.
Quiero misericordia, y no sacrificios; conocimiento de Dios, más que holocaustos.»
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Sal 50, 3-4. 18-19. 20-21ab (R/. Os 6, 6)
R/. Quiero misericordia, y no sacrificios.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R/.
Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi
sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. R/.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión, reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos. R/.