Semana del 3er domingo de CuaresmaGuía para la oración en Cuaresma y Semana Santa
Año litúrgico 2021 / Ciclo B |
Miércoles Semana 03 Cuaresma - 10 de marzo
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Ora despacio con el Evangelio del día: Mateo 5, 17-19
✠ Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 17-19 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.» Palabra del Señor. |
Medita: ¿He reflexionado sobre cuánto conozco sobre las Sagradas Escrituras, sobre la ley de Dios? Si es así, ¿puedo decir que procedo de acuerdo como Jesús me enseñó? Él llevó a plenitud la ley para que tú y yo actuemos de acuerdo con sus enseñanzas. La ley de Moisés era una ley limitada, pues, por ejemplo, despreciaba a la pecadora quien debía apedreada. Hoy aun muchos actúan de esa misma manera, juzgando y criticando a aquellos marginados o que están por el camino incorrecto.
El mismo Hijo de Dios, vino a enseñarnos como debemos manifestar y vivir la caridad, la compasión y como amar al hermano, así como Él lo hizo, muriendo por nosotros para salvarnos. Si aún estamos viviendo de acuerdo con la ley de Moisés, nos falta mucho por aprender para llegar a ser verdaderos discípulos del Maestro. De ese modo, para lograr proceder como Él nos enseñó, debemos estar unidos desde lo más profundo de nuestro corazón con Dios Trino y Uno. Debemos estar dispuestos a seguir a Jesús de forma radical y con paso firme. Así no habrá espacio para que el miedo y los prejuicios nos limiten de manera sobrecogedora y dejemos de vivir de apariencias. El Señor no nos necesita inseguros, Él necesita hombres y mujeres firmes en la fe que colaboren con la salvación del hermano.
Profundiza en tu oración: Deuteronomio 4, 1. 5-9; Salmo 147
Actúa: ¿Cómo me relaciono con el necesitado o con el que comete errores, o con el otro que está marginado por la sociedad? ¿Vivo criticándolos y juzgándolos? Hoy identificaré aquella persona de mi comunidad que va por el camino incorrecto y con amor lo comenzaré a ayudar, ofreciéndole la ayuda espiritual necesaria para que conozca a Jesús. Lo adoptaré y compartiré el amor que Dios me da con él.
El mismo Hijo de Dios, vino a enseñarnos como debemos manifestar y vivir la caridad, la compasión y como amar al hermano, así como Él lo hizo, muriendo por nosotros para salvarnos. Si aún estamos viviendo de acuerdo con la ley de Moisés, nos falta mucho por aprender para llegar a ser verdaderos discípulos del Maestro. De ese modo, para lograr proceder como Él nos enseñó, debemos estar unidos desde lo más profundo de nuestro corazón con Dios Trino y Uno. Debemos estar dispuestos a seguir a Jesús de forma radical y con paso firme. Así no habrá espacio para que el miedo y los prejuicios nos limiten de manera sobrecogedora y dejemos de vivir de apariencias. El Señor no nos necesita inseguros, Él necesita hombres y mujeres firmes en la fe que colaboren con la salvación del hermano.
Profundiza en tu oración: Deuteronomio 4, 1. 5-9; Salmo 147
Actúa: ¿Cómo me relaciono con el necesitado o con el que comete errores, o con el otro que está marginado por la sociedad? ¿Vivo criticándolos y juzgándolos? Hoy identificaré aquella persona de mi comunidad que va por el camino incorrecto y con amor lo comenzaré a ayudar, ofreciéndole la ayuda espiritual necesaria para que conozca a Jesús. Lo adoptaré y compartiré el amor que Dios me da con él.
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