Profundiza en tu oración: Isaías 42, 1-7; Salmo 26
PRIMERA LECTURA
No gritará, no voceará por las calles
Lectura del libro de Isaías 42, 1-7
Así dice el Señor:
«Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero.
Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones.
No gritará, no clamará, no voceará por las calles.
La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará.
Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará, hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas.»
Así dice el Señor Dios, que creó y desplegó los cielos, consolidó la tierra con su
vegetación, dio el respiro al pueblo que la habita y el aliento a los que se mueven en ella:
«Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones.
Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la
mazmorra a los que habitan las tinieblas.»
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Sal 26, 1. 2. 3. 13-14 (R/. 1a)
R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi
vida, ¿quién me hará temblar? R/.
Cuando me asaltan los malvados para devorar mi carne, ellos enemigos y
adversarios, tropiezan y caen. R/.
Si un ejército acampa contra mí, mi corazón no tiembla; si me declaran la guerra, me siento tranquilo. R/.
Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé
valiente, ten ánimo, espera en el Señor. R/.
No gritará, no voceará por las calles
Lectura del libro de Isaías 42, 1-7
Así dice el Señor:
«Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero.
Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones.
No gritará, no clamará, no voceará por las calles.
La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará.
Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará, hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas.»
Así dice el Señor Dios, que creó y desplegó los cielos, consolidó la tierra con su
vegetación, dio el respiro al pueblo que la habita y el aliento a los que se mueven en ella:
«Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones.
Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la
mazmorra a los que habitan las tinieblas.»
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Sal 26, 1. 2. 3. 13-14 (R/. 1a)
R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi
vida, ¿quién me hará temblar? R/.
Cuando me asaltan los malvados para devorar mi carne, ellos enemigos y
adversarios, tropiezan y caen. R/.
Si un ejército acampa contra mí, mi corazón no tiembla; si me declaran la guerra, me siento tranquilo. R/.
Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé
valiente, ten ánimo, espera en el Señor. R/.