Lunes del Tiempo de Navidad – 4 de enero de 2021

EVANGELIO
Jn 1, 35-42
Hemos encontrado al Mesías
✠
Lectura del santo Evangelio según san Juan.
En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice:
«Este es el Cordero de Dios».
Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta:
«¿Qué buscáis?».
Ellos le contestaron:
«Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?».
Él les dijo:
«Venid y veréis».
Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima.
Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice:
«Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)».
Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo:
«Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce: Pedro)».
Palabra del Señor.

Meditación:

Ora despacio con el Evangelio del día: Juan 1, 35-42

Medita: En este pasaje, dos de los discípulos de Juan el Bautista se acercan a Jesús, pues Juan les ha indicado que Él es el Cordero de Dios. A la pregunta de Jesús “¿qué quieren?”, contestan que desean saber dónde vive, y el Señor les dice “vengan y verán”. Ellos aceptan la invitación, lo siguen y se quedan con Él ese día.
Si dices que sigues al Señor, sería importante que te contestes: ¿Lo sigues de veras? ¿Por cuánto tiempo? ¿Cuánto tiempo dedicas a estar con Él, a conocerle y a contemplar las maravillas de su creación (como dice el salmo)? ¿Cuán perseverante eres en tu seguimiento y en dar testimonio de lo que Él ha hecho en ti?

Profundiza en tu oración: 1 Juan 3, 7-10; Salmo 97
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Actúa: El año 2021 apenas comienza. Revisa como fue tu búsqueda del Señor durante el 2020 y cuanta oportunidad te diste de conocerle, amarle y hacer su voluntad. Si te parece que aún hay espacio para mejorar tu relación con Él, haz un plan concreto para lograrlo. Decide el tiempo que dedicarás a la oración y al estudio de la Palabra, y hasta donde llevarás tu compromiso de entregarle tiempo, talento y tesoro para ayudar en la construcción del Reino en tu entorno familiar y comunidad parroquial.